Celebración del Vía Crucis

ACTOS PREPARATORIOS

Cada Hermandad prepara unos actos previos entre los que se incluyen rezos, celebraciones eucarísticas, veneraciones… que culminan con el traslado de la Sagrada Imagen hasta el templo en el que comienza el rezo.

RECORRIDO

El Vía Crucis se inicia en la Parroquia de Santiago el Mayor terminando en la de San Sebastián. Sus catorce Estaciones jalonan los propios templos, la Plaza del Derribo, la calle Herreros, Nuestra Señora del Águila, Plaza de Cervantes, La Plazuela y Gutiérrez de Alba.

Tan sólo se contemplan dos excepciones. El Vía Crucis es celebrado en sentido inverso, (o sea, de San Sebastián a Santiago) al ser presidido por los Titulares de las Hermandades de las Parroquias de Santiago y de Santa María y San Miguel. La otra excepción la protagoniza el Cristo yacente del Santo Entierro pues cuando lo preside el Vía Crucis culmina en su capilla con el traslado al sepulcro de su paso procesional, introduciendo la Imagen en la Urna.

CORTEJO

El cortejo procesional del Vía Crucis de las Hermandades se abre con la Cruz de Guía de la Hermandad acompañada por faroles, siguiendo los Hermanos de luz, Estandarte de la Hermandad, Hermanos Mayores de la Junta Superior del Consejo, Presidencia de la Hermandad correspondiente, la Junta Permanente del Consejo de Hermandades, una Capilla musical, los acólitos y las andas con la Sagrada Imagen tras la que van los sacerdotes, lectores y fieles

REZO DEL VÍA CRUCIS

En cada edición el Consejo de Hermandades edita un pequeño libro que permite a los asistentes seguir el rezo. En él se recogen todos los elementos relativos al Vía Crucis y especialmente las oraciones de sus catorce estaciones.

Cada estación comienza con su Enunciado a cargo del Arcipreste y de los sacerdotes alcalareños. Tras este enunciado la estación es ambientada con los versos cantados se la saeta alcalareña, de marcado carácter evangélico, a cargo de diversos saeteros de la ciudad. Continúa la lectura evangélica correspondiente y una meditación que hacen los hermanos de las Hermandades alcalareñas, concluyendo con la oración que hacen los sacerdotes y el rezo del Padre nuestro, Avemaría y Gloria.